En el sector del transporte de carga en Colombia, por ejemplo, las empresas enfrentan una serie de riesgos de agresión criminal en las vías que pueden tener un impacto significativo en la salud laboral, la productividad, la reputación y los costos en todas las cadenas de producción y comercialización en las que intervienen. Uno de los riesgos más visibles son los robos y asaltos en carretera, donde los camiones y sus conductores son blanco de bandas criminales que buscan apropiarse de la carga o robar equipos y vehículos. Estos incidentes no solo representan una amenaza para la seguridad física y la salud laboral de los trabajadores al volante, sino que también causan pérdidas económicas sustanciales y pueden generar traumas psicológicos en los conductores de los camiones.
Además, las empresas de transporte de carga en Colombia de manera frecuente enfrentan el riesgo de extorsión por parte de grupos criminales que exigen pagos de protección a cambio de permitir el paso seguro de los camiones por ciertas áreas o rutas, por transitar por áreas urbanas dominadas y permanecer en áreas de parqueo sin que sea saqueada la carga. Este tipo de conductas de extorsión puede generar un ambiente de trabajo hostil, aumentando el estrés sobre las vías y afectando la salud mental de los conductores, así como aumentando los costos operativos y reduciendo la rentabilidad del negocio.
Otro riesgo importante son los sabotajes y ataques a la infraestructura de transporte, como bloqueos de carreteras o daños a puentes y vías férreas, perpetrados por grupos criminales con el fin de interrumpir las operaciones y causar daño económico a las empresas. Estos ataques no solo afectan la productividad y la reputación de la empresa, sino que también representan un riesgo para la seguridad de los trabajadores que operan en áreas afectadas.
Adicionalmente, las empresas de transporte de carga en Colombia enfrentan el riesgo de contrabando y tráfico de mercancías ilegales, que pueden involucrar la participación de funcionarios públicos o de la propia empresa con conductas corruptas, o la infiltración de organizaciones criminales en la cadena de suministro. Estas actividades ilícitas no solo pueden resultar en sanciones legales y multas para la empresa, sino que también pueden comprometer la seguridad laboral y la integridad de los trabajadores, pues lo más frecuente es, que desde allí se generen factores de riesgo público, que normalmente se manifiestan en actos de agresión.
Por último, las empresas de transporte de carga en Colombia enfrentan el riesgo de secuestro de conductores y trabajadores, perpetrado por grupos criminales que buscan obtener rescates económicos o presionar a las empresas para cumplir sus demandas. Estos incidentes pueden tener graves repercusiones en la salud mental y física de los trabajadores, así como en la reputación y la viabilidad financiera de la empresa. Enfrentar estos riesgos requiere de una estrategia integral de seguridad que incluya medidas preventivas, protocolos de respuesta ante emergencias y colaboración con las autoridades competentes.
En el sector del transporte intermunicipal y urbano de pasajeros en Colombia, las empresas también enfrentan diversos riesgos de agresión criminal típicos de las carreteras y del transporte urbano, que provienen de factores de riesgo público y que pueden tener un impacto significativo en la salud laboral, la productividad, la reputación y los costos de operación. Uno de los riesgos más importantes son los asaltos a buses y estaciones de pasajeros, perpetrados por bandas criminales que buscan intimidar para robar a los pasajeros, a los conductores y a los empleados de las empresas. Estos asaltos no solo representan una amenaza permanente para la seguridad física de los trabajadores, sino que también generan ambientes de trabajo hostiles que afectan la salud mental y emocional de los conductores, pasajeros y trabajadores de apoyo en la operación.
Además, las empresas de transporte de pasajeros hoy en Colombia están enfrentando de manera permanente en algunas regiones de escaso control de las autoridades, el riesgo de extorsión por parte de grupos criminales que exigen pagos de protección a cambio de garantizar la seguridad de los vehículos y de los pasajeros. Pero también deben enfrentar los actos de vandalismo y sabotaje contra los vehículos y las infraestructuras de transporte, como ataques con elementos contundentes, pintura o artefactos incendiarios que causan daños materiales y ponen en riesgo la seguridad de los trabajadores y de los pasajeros. Adicionalmente, las empresas de transporte de pasajeros en Colombia enfrentan el riesgo de enfrentamientos entre grupos delincuenciales rivales o con las fuerzas de seguridad del Estado, disturbios producto de manifestaciones urbanas con conductas violentas en su contra, especialmente en áreas urbanas y semiurbanas donde la presencia del Estado es limitada. Estas conductas pueden generar peligro la seguridad de los trabajadores y de los pasajeros, un aumento en los costos operativos y una disminución en la rentabilidad del negocio, daños a la reputación de la empresa y pérdidas económicas por la interrupción de las operaciones, así como generar tensiones y ansiedad en todos los actores de los sistemas de transporte público urbano e intermunicipal.
Por último, las empresas de transporte de pasajeros en Colombia enfrentan el riesgo de secuestro de conductores y empleados por parte de grupos criminales que buscan obtener rescates económicos o presionar a las empresas para cumplir sus intimidantes peticiones. Estos incidentes pueden tener graves repercusiones en la salud y la integridad física de los trabajadores, así como en la reputación y la viabilidad financiera de la empresa. Enfrentar estos riesgos requiere de una estrategia integral de seguridad que incluya medidas preventivas, protocolos de respuesta ante emergencias y colaboración con las autoridades civiles locales y de la fuerza pública.
Preparación Colectiva para Reaccionar ante Situaciones de Agresión Criminal:
Los líderes de empresa, de la gestión de recursos humanos, HSE o de seguridad física deberían entender la importancia de preparar a sus líderes de los equipos de trabajo para reaccionar de manera efectiva frente a situaciones de agresión criminal.
He aquí 10 ideas para proponer a sus líderes con el fin de preparar a sus equipos de trabajo de manera colectiva:
1. Planificación y Entrenamiento en Equipo: Organizar sesiones de entrenamiento en equipo dedicadas a la preparación para enfrentar situaciones de agresión provenientes de factores de riesgo público. Los ejercicios de simulación pueden ayudar a los equipos de trabajo a practicar y memorizar el cómo responder de manera coordinada y efectiva frente a situaciones de crisis.
2. Desarrollo de un Plan de Emergencia: Trabajar con los líderes de los equipos de trabajo para desarrollar un plan de emergencia detallado que incluya procedimientos claros para responder en diferentes escenarios generados por factores de riesgo público o de agresión criminal. Es importante asegurarse de que todos los miembros del equipo estén familiarizados con el plan y sepan cómo implementarlo en caso de necesidad.
3. Identificación de Roles y Responsabilidades: Definir roles y responsabilidades específicas para cada miembro del equipo de trabajo en situaciones de crisis. Esto incluye designar líderes de equipo en situaciones de emergencia, sistemas de comunicación y personas encargadas de la evacuación y el cuidado de los demás miembros del equipo.
4. Comunicación Efectiva: Capacitar a los líderes de los equipos de trabajo en técnicas de comunicación efectiva durante situaciones de crisis. Deben saber cómo transmitir información importante de manera clara y tranquilizadora, manteniendo a todos los miembros del equipo informados y calmados.
5. Práctica en Escenarios de Crisis: Realizar ejercicios regulares de práctica en escenarios figurados de crisis, en los que los equipos puedan simular situaciones de agresión y practicar su respuesta. Estas prácticas ayudarán a aumentar la familiaridad y la confianza en la ejecución del plan de emergencia.
6. Establecimiento de un Sistema de Alerta: Implementar un sistema de alerta dentro del cada equipo de trabajo para notificar rápidamente sobre situaciones de emergencia. Esto puede incluir la designación de una señal o código específico para comunicar la necesidad de atención inmediata.
7. Capacitación en Primeros Auxilios Básicos: Proporcionar capacitación en primeros auxilios básicos a los líderes de los equipos de trabajo para que estén preparados para brindar asistencia inicial en caso de lesiones durante una situación proveniente de factores de riesgo público o de agresión criminal.
8. Fomento de la Resiliencia: Motivar una actitud permanente de resiliencia entre los miembros de los equipos de trabajo, enseñándoles a mantener la calma y afrontar situaciones estresantes de manera efectiva. La resiliencia es fundamental para mantener la claridad mental y tomar decisiones racionales en momentos de crisis.
9. Desarrollo de Redes de Apoyo: Establecer redes de apoyo dentro de los equipos de trabajo y en los ambientes laborales, para que los miembros puedan brindarse mutuamente apoyo emocional y práctico en situaciones difíciles provocadas por factores de riesgo público. El trabajo en equipo y el cuidado entre colegas pueden ser fundamentales para superar situaciones de agresión.
10. Evaluación y Mejora Continua: Realizar evaluaciones periódicas de los planes de emergencia y la preparación de los equipos de trabajo, para identificar áreas de mejora y realizar ajustes según sea necesario. La preparación para situaciones provenientes de factores de riesgo público y de agresión criminal, debe ser un proceso continuo de aprendizaje y mejora.
La preparación colectiva de los equipos de trabajo para reaccionar frente a situaciones generadas por factores de riesgo público y conductas de agresión criminal, para construir sinergia en la gestión de prevención y atención de emergencias, y en la atención de incidentes en los diferentes ambientes de influencia, es esencial para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores del sector del transporte en cuestión. Al implementar una cultura de prevención y autocuidado colectiva dentro de los equipos de trabajo, mediante capacitación continua en seguridad, los líderes de equipos pueden fortalecer la resiliencia y la capacidad de respuesta de sus equipos de trabajo, preparándolos para enfrentar cualquier desafío que puedan encontrar en ambientes laborales hostiles y en el lugar de trabajo.
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