…para desarrollar competencias en equipos de trabajo frente a factores de riesgo público y situaciones de agresión criminal.
En un entorno laboral expuesto a diversos tipos de riesgo provenientes de factores de riesgo público, incluyendo amenazas de agresión criminal, las empresas no solo deben implementar medidas preventivas, sino que también, desarrollar competencias en sus equipos de trabajo que les permitan gestionar su propia seguridad enfocada en prevención y autocuidado, tanto individual como colectivo. Los trabajadores miembros de los equipos de trabajo, por su parte, deben comprometerse con la autogestión y el auto mejoramiento continuo con el fin de estar preparados para enfrentar al menor costo cualquier tipo de eventualidad, y aportar valor preventivo al equipo.
Evaluación integral de riesgos como base para el desarrollo de competencias
El primer paso para diseñar cualquier estrategia de prevención y autocuidado es comprender los riesgos específicos a los que están expuestos los trabajadores en sus entornos laborales. Esta evaluación debe ser un proceso integral y continuo que permita identificar los factores de riesgo público y las amenazas externas. En el caso de situaciones de agresión criminal, es vital que tanto los directivos como los colaboradores desarrollen conciencia situacional y entiendan el entorno que los rodea.
- Delincuencia local: Los tipos de amenaza de acuerdo con el objeto social de la empresa y el tipo de negocio, la actividad criminal en los entornos de las instalaciones y las fortalezas y debilidades de la seguridad física de los ambientes de trabajo.
- Vulnerabilidades dentro del entorno empresarial: Cultivo de amenazas internas, de competencia desleal, de malas prácticas, de fuga de información, de dificultades en las relaciones, de resentimientos, de debilidades en la seguridad física.
- Amenazas en desplazamientos y trayectos externos: Identificar factores de riesgo público en rutas vulnerables para quienes se desplazan a pie, en vehículo individual, colectivo, motocicleta, bicicleta o en transporte público.
- Amenazas en hábitos individuales, familiares, sociales o de trabajo. Identificar factores de riesgo público en el desarrollo de las actividades cotidianas, laborales, del entorno familiar del trabajador, de su entorno social y de sus actividades en momentos de relajación y descanso.
Una vez identificados los riesgos, los equipos de trabajo deben recibir la formación, el acompañamiento o la asesoría necesarias para desarrollar competencias que les permitan actuar con rapidez y precisión en situaciones de peligro.
Desarrollo de competencias clave en equipos de trabajo
Para enfrentar situaciones de agresión criminal, los equipos de trabajo deben adquirir habilidades que van más allá de las medidas preventivas generales. Las competencias específicas de prevención y autocuidado, como de conciencia situacional para la identificación oportuna de amenazas y riesgos; y de preparación por autogestión en el mejoramiento de la intuición experta para la toma de decisiones bajo presión, son esenciales.
La formación, educación y la capacitación de los colaboradores en todos los niveles son fundamentales para que sepan cómo actuar frente a situaciones de riesgo. La conciencia situacional es la habilidad para identificar, procesar y comprender lo que está sucediendo a su alrededor, y la intuición experta es esencial para reaccionar adecuadamente y protegerse frente a situaciones peligrosas.
a) Desarrollar conciencia situacional para la seguridad laboral
Entrenar a los colaboradores para que desarrollen esta habilidad es clave. Existen actividades prácticas y simulaciones que permiten a los trabajadores experimentar situaciones de riesgo en un entorno controlado, aprendiendo a identificar señales de peligro, evaluar su entorno y tomar decisiones informadas en tiempo real.
La capacidad de evaluar de manera rápida y precisa el entorno es una habilidad crítica. La conciencia situacional permite al individuo detectar posibles amenazas antes de que se materialicen. Los entrenamientos en esta competencia pueden incluir:
- Identificación de comportamientos sospechosos: Aprender a detectar movimientos o patrones que no coincidan con lo habitual en el entorno.
- Evaluación del entorno inmediato: Estar consciente de salidas de emergencia, objetos útiles y áreas seguras.
b) Técnicas efectivas de autocuidado y defensa personal para equipos de trabajo
Una parte importante del autocuidado es que los trabajadores cuenten con las herramientas necesarias para defenderse en caso de que se vean envueltos en una situación peligrosa. Un plan de capacitación en defensa personal puede estar estar diseñado no solo para complementar el programa de bienestar fomentando hábitos saludables de cuidado en su estado físico, sino también para aumentar la confianza de los participantes en su capacidad para protegerse.
c) Toma de decisiones bajo presión
Frente a una situación de agresión criminal, la toma de decisiones rápida y efectiva puede salvar vidas. Es entonces cuando la preparación para mejorar la intuición experta se hace esencial. Esta habilidad requiere práctica en situaciones controladas que simulen el estrés de una emergencia. Las empresas pueden realizar simulaciones realistas donde los colaboradores tengan que tomar decisiones en tiempo real, como:
- Determinar cuándo es mejor huir o refugiarse: teniendo claramente ubicada la ruta y el lugar mas seguros.
- Coordinar acciones colectivas: Saber cómo organizar y aportar al equipo para minimizar el riesgo.
- Comunicarse con las autoridades: Conocer de los tipos de apoyo y tomar decisiones sobre cuándo y cómo alertar a las unidades de seguridad, de acuerdo a los protocolos.
d) Colaboración y trabajo en equipo en situaciones de emergencia
La capacidad de trabajar en equipo es aún más crucial para enfrentar factores de riesgo público y en situaciones de agresión criminal. Los trabajadores deben ser entrenados no solo para protegerse a sí mismos, sino también para actuar de manera coordinada con sus compañeros de trabajo. Algunas de las competencias colaborativas incluyen:
- Desarrollo de señales de emergencia: Crear señales o palabras clave para indicar que existe una amenaza y actuar de manera conjunta.
- Distribución de responsabilidades en emergencias: Designar roles específicos para actuar rápidamente en caso de ataque, como quién se encargará de cerrar puertas, quién tomará el control de la comunicación con la seguridad, y quién se encargará de guiar la evacuación.
Compromiso de autogestión y auto mejoramiento de los trabajadores
Un aspecto importante para la efectividad de cualquier estrategia de prevención y autocuidado colectivo es el compromiso individual de cada trabajador con su propio autocuidado y mejora continua. Las empresas pueden ofrecer capacitación, pero la responsabilidad de aplicarla recae en cada miembro del equipo de trabajo.
a) Autocuidado y prevención personal
Cada empleado debe tomar en serio su responsabilidad de cuidarse a sí mismo en todo momento, tanto dentro como fuera del entorno laboral. Esto incluye estar siempre atento de su entorno, evitar los malos hábitos y las distracciones innecesarias, y seguir estrictamente los protocolos de seguridad y de prevención y autocuidado diseñados por la empresa.
El autocuidado también implica mantenerse en buen estado físico y mental para reaccionar eficazmente en caso de emergencia. Las empresas deben fomentar:
- Programas de bienestar físico: Que incluyan actividades físicas que mejoren la agilidad y resistencia.
- Entrenamiento en técnicas de manejo del estrés: Para que los empleados puedan mantener la calma y pensar con claridad en situaciones críticas.
b) Compromiso con el auto mejoramiento
La prevención efectiva requiere una mejora continua. Los trabajadores deben comprometerse con la automejora, participando regularmente en los planes y programas de formación y sensibilización proporcionadas por la empresa, buscando oportunidades individuales para desarrollar habilidades adicionales.
- Actualización constante: Participar en talleres y capacitaciones periódicas sobre seguridad, prevención y autocuidado y el conocimiento de las dinámicas de nuevas amenazas emergentes.
- Retroalimentación: Pedir y proporcionar retroalimentación a compañeros y superiores sobre cómo mejorar la preparación y respuesta frente a situaciones de riesgo.
El compromiso de la empresa en el diseño de estrategias de prevención y autocuidado
Las empresas, por su parte, tienen la responsabilidad de crear un entorno que facilite el desarrollo de estas competencias y que promueva el autocuidado entre los empleados. Los directivos deben ser proactivos en el diseño de estrategias que no solo prevengan las agresiones criminales, sino que también involucren a los trabajadores en la autogestión de su seguridad.
Fortalecimiento de la seguridad física:
a) Políticas de seguridad dentro y fuera del lugar de trabajo:
La implementación de políticas estrictas sobre el control de acceso puede ser una medida efectiva para proteger tanto a los empleados como a los activos de la empresa. Proteger a los empleados no debe limitarse a las instalaciones empresariales. Las políticas deben también considerar la seguridad en el trayecto entre el hogar y el trabajo. Facilitar el transporte de empleados en vehículos compartidos organizados por la empresa, para reducir el riesgo de incidentes durante los desplazamientos, es una buena idea, además de las aplicaciones móviles de seguridad con acceso a herramientas que permitan enviar alertas en caso de situaciones de emergencia.
b) Fortalecer la cultura de autocuidado mediante el liderazgo
Los directivos y líderes empresariales deben ser los primeros en dar ejemplo en la implementación de una cultura de seguridad. Esto implica que el compromiso con la prevención y el autocuidado debe estar presente en todos los niveles de la organización.
El liderazgo debe asegurarse de que todos los empleados estén informados sobre los protocolos de seguridad, cambios en las políticas y medidas preventivas. La comunicación debe ser clara, continua y adaptada a las diferentes áreas y niveles de la organización.
Es importante reconocer a los empleados que sigan los protocolos de seguridad o que tomen acciones preventivas proactivas. El refuerzo positivo ayuda a consolidar el comportamiento deseado y a crear un ambiente de colaboración en cuanto a la seguridad.
La tecnología juega un papel crucial en la prevención de riesgos y el autocuidado en el entorno laboral. Las empresas pueden implementar una variedad de herramientas tecnológicas que refuercen la seguridad de sus trabajadores.
c) Estrategias de apoyo en prevención y autocuidado
Finalmente, una estrategia efectiva de prevención y autocuidado no puede ser completamente implementada sin la colaboración con las autoridades locales. Los directivos deben trabajar en conjunto con la policía, cuerpos de emergencia y otras instituciones relevantes para garantizar que exista un flujo de información constante y la posibilidad de actuar rápidamente ante cualquier incidente.
Desarrollar planes de contingencia en colaboración con las autoridades locales y capacitar a los empleados sobre cómo responder frente a situaciones de riesgo público, es esencial para minimizar los daños y proteger vidas.
Muchas ciudades cuentan con redes de seguridad donde participan tanto empresas como ciudadanos, y que permiten la comunicación directa con las fuerzas de seguridad. Integrarse en estas redes puede facilitar una respuesta más rápida ante emergencias.
Desarrollo de políticas y protocolos claros
Una empresa comprometida con la seguridad debe establecer políticas y protocolos claros que incluyan:
- Protocolos de emergencia detallados: Instrucciones precisas sobre qué hacer en caso de una amenaza criminal, cómo evacuar, o dónde refugiarse, pero lo mas importante es realizar pruebas de calidad y de vulnerabilidad a este tipo de protocolos.
- Protocolos de comunicación interna y externa: Establecer canales de comunicación claros que permitan a los trabajadores informar de manera rápida y segura en caso de una emergencia. Esto incluye la comunicación interna entre empleados y con los equipos de seguridad, así como con las autoridades locales.
Capacitación continua en simulaciones y entrenamientos prácticos
Las simulaciones realistas son una de las herramientas más eficaces para preparar a los empleados ante situaciones de agresión criminal. La empresa debe organizar simulacros periódicos que incluyan:
- Escenarios de amenazas armadas: posibilidades de intrusión por la fuerza o intentos de agresión.
- Capacitaciones en primeros auxilios y cómo asistir a compañeros heridos durante una emergencia.
- Formación en evacuación y protección: Enseñar a los empleados a identificar áreas seguras, cómo comportarse en situaciones de toma de rehenes o qué hacer en un escenario de evacuación masiva.
Fomentar una cultura de seguridad y autocuidado
El compromiso de la empresa debe ir más allá de la implementación de políticas. Es esencial fomentar una cultura de seguridad donde cada empleado se sienta responsable tanto de su propia seguridad como de la de sus compañeros. Esto se puede lograr mediante:
- Liderazgo visible: Los directivos deben ser los primeros en seguir, acatar y promover el cumplimiento de los protocolos de seguridad.
- Recompensa y reconocimiento: Reconocer públicamente a los empleados que demuestran un fuerte compromiso con la seguridad y la prevención.
- Espacios de retroalimentación abierta: Crear foros donde los empleados puedan compartir sus preocupaciones o sugerencias sobre cómo mejorar las medidas de seguridad.
Integración de la tecnología en la prevención y autocuidado
La tecnología juega un papel clave en la protección de los empleados frente a situaciones de agresión criminal. Las empresas deben adoptar herramientas tecnológicas que permitan monitorear y responder rápidamente ante amenazas.
- Cámaras de seguridad y monitoreo en tiempo real: Para detectar movimientos sospechosos en las inmediaciones de las instalaciones.
- Aplicaciones móviles de alerta: Que permitan a los empleados notificar rápidamente situaciones de emergencia a las fuerzas de seguridad internas y externas.
- Botones de pánico: Instalados en lugares clave dentro de las instalaciones para activar alertas inmediatas en caso de agresión.
Desarrollar competencias de prevención y autocuidado frente a factores de riesgo público y situaciones de agresión criminal es un desafío que debe ser asumido tanto por las empresas como por los colaboradores en todos los niveles. Mientras los trabajadores deben comprometerse con la autogestión y el auto mejoramiento continuo, las empresas tienen la responsabilidad de diseñar estrategias de prevención que promuevan un entorno seguro.
Los directivos de las empresas tienen la responsabilidad de implementar estrategias de prevención y autocuidado que aseguren la salud laboral de sus trabajadores frente a factores de riesgo público. A través de la evaluación de riesgos, la capacitación en conciencia situacional, la motivación facilitando la preparación de la intuición experta, la implementación de políticas de seguridad, el uso de la tecnología, y la colaboración con las autoridades locales, haciendo posible reducir significativamente los riesgos y crear un entorno laboral más seguro, que puede marcar la diferencia entre una respuesta efectiva y una tragedia evitable.
En un entorno laboral cada vez más expuesto a factores de riesgo público y contaminado de amenazas criminales, es esencial que las empresas implementen estrategias integrales de prevención y autocuidado. Desarrollar competencias clave como la conciencia situacional, la defensa personal y la intuición experta para la toma de decisiones bajo presión no solo fortalece la seguridad individual, sino que garantiza ambientes más tranquilos de trabajo fortaleciendo a su vez, el trabajo en equipo en situaciones de emergencia. Además, al fomentar una cultura de seguridad enfocada en la prevención y el autocuidado individual y colectivo, y de bienestar laboral, más visibles, las empresas no solo protegen a sus colaboradores, sino que también mejoran su reputación, productividad y presencia en los mercados clave para su expansión y crecimiento.